Dentro del marco de la realidad económica en México, y su interacción con múltiples actores tanto a nivel Nacional como a nivel Internacional y a su vez entre las empresas y los gobiernos, resulta necesario contar con elementos que den certeza a tales actuaciones, es por eso es que surge el riesgo legal.
En efecto, el riesgo legal previene que las empresas se vean inmersas en complicaciones de carácter legal que impidan la realización de sus actividades primordiales.
Entre los diversos riesgos legales se encuentran:
(i) Contractual.
(ii) Litigio o Contencioso.
(iii) Fiscal.
(iv) Laboral.
(v) Mercantil.
(vi) Compliance.
(vii) Negociación.
Existen otros riesgos adicionales, sin embargo, consideramos que los mencionados con anterioridad son los más relevantes debido a las operaciones de las empresas.
Riesgo contractual.
Cuando una empresa no cuenta con contratos o documentos que puedan dar certeza a las operaciones que celebran o en su defecto, contratos elaborados por personas no expertas, en ambos casos, son riesgos altos que pueden ser fácilmente solucionados y son menos costosos que un litigio. El problema viene cuando surgen incumplimientos, ya que la relación contractual no queda clara en un contrato y sin una prueba que permita asegurar las condiciones que se pactaron es más difícil tener claro qué obligaciones fueron las pactadas y requerir el cobro de lo adeudado o reclamar la obligación incumplida.
En efecto, un contrato permite dejar en claro cómo se obligó cada parte y las consecuencias de un incumplimiento que permitan a la empresa cumplir o hacer cumplir sus obligaciones.
Riesgo Contencioso o de Litigio.
El riesgo de un litigio normalmente tiene su origen en la falta de cumplimiento a una obligación ya sea de dar o hacer, y el costo muchas veces se establece respecto a la complejidad del asunto, la posibilidad de obtener garantías para su cobro, entre otros aspectos, y que suele ser complicado cuando se tiene también riesgos contractuales, es por ello que la atención preventiva de riesgos legales minimiza la posibilidad de litigios.
Riesgo Fiscal.
Este riesgo tiene como consecuencia una responsabilidad frente a la autoridad hacendaria y que tiene relación con el riesgo contractual en temas de materialidad del acto que al contar con un contrato este tiene la calidad de documento que acredite que efectivamente el acto fue llevado a cabo junto con su debida factura.
De igual forma, ante cuentas que no han podido cobrarse se puede optar por la deducibilidad de cuentas incobrables como beneficio fiscal y que puede ser efectuado dependiendo de los montos adeudados. Este es el último recurso cuando no es posible cobrar un crédito, siendo que los créditos arriba de 30,000 Udis requieren iniciar un procedimiento judicial para agregar a la carta del abogado, realice señalando la deducibilidad del crédito. Esta deducibilidad es al 100% de la deuda.
Riesgo Laboral.
Al momento de contratar a una persona la legislación laboral y de seguridad social exige contar con diversos requerimientos tales como un contrato de trabajo, un reglamento, alta en el Seguro Social, entre otros y que ante despidos o renuncias es fundamental contar con todos estos elementos para salvaguardar los intereses de la empresa ante posibles demandas por empleados insatisfechos.
Otra cuestión de relevancia son los riesgos de trabajo que incrementan las cuotas obrero-patronales.
Riesgo Mercantil.
Este riesgo lo hemos señalado como parte de las diversas actividades de comercio entre las empresas y que se debe tener en cuenta tanto en negocios entre empresas mexicanas como internacionales.
Es importante saber que todo negocio, por regla general, es de naturaleza mercantil y, por lo tanto, se rige bajo dichas reglas, en donde podemos encontrar contratos, pero también títulos de crédito como los pagarés.
A efecto de minimizar riesgos en los negocios las empresas procuran asegurar sus negocios mediante la firma de títulos de crédito como son los pagarés, en virtud de que son instrumentos muy eficaces para complementar los contratos y que hacen más efectivo el cumplimiento de obligaciones, son prácticos y no requieren una elaboración costosa o complicada, por lo que reducen el riesgo de incumplimiento e incrementan la posibilidad de lograr la recuperación del adeudo.
De igual forma el ámbito electrónico ha permitido potenciar el comercio no solo por el intercambio de mercancías o el acercamiento entre productor y consumidor sino también en el ámbito legal con el uso de la firma electrónica que hace la documentación de transacciones más eficaz y con costos menores, puesto que los firmantes pueden estar en distintos puntos del mundo y celebrar operaciones.
Riesgos de Compliance.
En el deber de cada empresa se encuentran obligaciones que la normatividad impone a múltiples empresas dependiendo de sus giros por lo que es menester conocer dentro del giro de la empresa qué obligaciones se requieren cumplir a efecto de evitar multas o suspensiones por parte de la autoridad reguladora.
Por ejemplo sobre normas del medio ambiente, o en materia bancaria o de lavado de dinero aquellas actividades que son operaciones relevantes conforme a la ley y que pueden ser objeto de aviso a la autoridad, como son las compras de autos de lujo en efectivo o compra de inmuebles de igual forma en efectivo.
Riesgo sobre negociaciones.
En el día a día de toda empresa existen múltiples casos en los que es necesario negociar, tanto a nivel interno como externo y es por ello que se requiere la pericia de un experto que pueda llevar a buen puerto las diversas negociaciones y sobre todo que se hagan cumplir bajo la documentación de los acuerdos plasmados.
Cuando se trata de negociación de adeudos, las empresas dejan pasar mucho tiempo en el cobro de los montos adeudados haciendo cada vez más difícil la oportunidad de llegar a un arreglo ya sea porque ya no es posible reclamar el adeudo o porque el deudor ha desaparecido y no es posible llegar a negociar. Por lo tanto, los tiempos son fundamentales para una, negociación, la empresa debe contar con la capacidad de reacción para implementar una negociación lo antes posible.
En conclusión, las empresas, al estar conscientes de los riesgos con los que cuentan, tienen la capacidad de corregir estos y así minimizarlos, siendo así proactivos en vez de reactivos, lo cual es más barato.
Por lo tanto, la implementación de revisiones por expertos sobre las múltiples áreas jurídicas por las que una empresa se encuentra en contacto permite evitar costos adicionales o futuros costos a la empresa y un sano desarrollo dentro del ámbito legal.
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